Es un examen interno del colon (intestino grueso) y el recto para el que se usa un instrumento llamado colonoscopio.
El laparoscopio tiene una pequeña cámara fijada a una sonda flexible que puede llegar hasta el colon y examinarlo en toda su extensión.
A usted generalmente le administrarán un medicamento dentro de una vena para ayudarlo a relajarse y no sentir ninguna molestia. Estará consciente durante el examen e incluso puede ser capaz de hablar, pero probablemente no recordará nada.
Se acostará sobre el costado izquierdo con las rodillas flexionadas hacia el tórax. El colonoscopio se introduce a través del ano. Se desplaza suavemente hasta el comienzo del intestino grueso y se lleva de forma lenta hasta la parte más baja del intestino delgado.
Se insufla aire a través del colonoscopio para brindar una mejor vista. Se puede utilizar la succión para retirar líquidos o heces.
Debido a que el médico obtiene una mejor vista a medida que se va sacando el colonoscopio, se realiza una evaluación más cuidadosa mientras se va extrayendo este instrumento. Se pueden tomar muestras de tejido con pinzas pequeñas para biopsia introducidas a través del colonoscopio. Asimismo, los pólipos se pueden extirpar con asas metálicas y se pueden tomar fotografías.
Igualmente, se pueden realizar procedimientos especializados tales como una terapia láser.
Es necesaria la limpieza completa de los intestinos. Si no se hace esto, durante el examen se puede pasar por alto un problema que necesite tratamiento.
El médico le dará las instrucciones para limpiar los intestinos. Esto puede incluir enemas, no comer alimentos sólidos durante dos o tres días antes del examen y tomar laxantes.
A usted se le pedirá que beba abundante cantidad de líquidos claros durante 1 a 3 días antes del examen. Los ejemplos de líquidos claros son:
Por lo general, le solicitarán que deje de tomar ácido acetilsalicílico (aspirin), ibuprofeno, naproxeno u otros medicamentos anticoagulantes durante varios días antes del examen. A menos que le den otras instrucciones, siga tomando sus otros medicamentos.
Unas semanas antes del examen, deje de tomar preparaciones de hierro, a menos que el médico indique lo contrario. El hierro puede producir heces negras, lo cual hace que la visualización dentro del intestino sea menos clara.
Debido a los medicamentos que le causan sueño, posiblemente no sienta ninguna molestia y tal vez no tenga ningún recuerdo del examen.
Usted puede sentir presión a medida que el colonoscopio va entrando. Igualmente, puede sentir cólicos breves y dolor debido al gas a medida que se introduce aire o que avanza el colonoscopio. El paso de los gases es necesario y es de esperar que suceda.
Es posible que después del examen se presenten cólicos abdominales leves y una salida considerable de gases.
La colonoscopia se puede usar por las siguientes razones:
El resultado normal es hallar tejidos intestinales saludables.
Después del examen, usted se sentirá soñoliento durante un tiempo. Puede tener un dolor de cabeza o sentirse enfermo del estómago o con distensión, pero esto no es común. Puede eliminar muchos gases.
Usted debe ser capaz de volver al hogar alrededor de 1 hora después del examen. Debe hacer los arreglos necesarios para tener alguien que lo lleve a casa después del examen, porque estará aturdido y no podrá conducir. El personal de enfermería y los médicos no le permitirán salir hasta que alguien llegue a ayudarlo.
Cuando esté en casa:
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Pasricha PJ. Gastrointestinal endoscopy. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Cecil Medicine. 24th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011:chap 136.